El Club de la Lucha: TATAMI

"Álzate sobre las masas de gente que temen actuar. Ocultarse como una tortuga en su caparazón no es vivir."

(BUSHIDO)

Solo, así es cuando estas dentro del tatami. Solo. Ya no esta mama, ni papa, ni los aduladores de turno. Y eso solo lo sabe un luchador.

Solo el que practica las artes marciales conoce el miedo que solo el valor supera. Y conoce a su vez la satisfacción que reconforta una vez superado.

Solo el caballero, rígido de eternidad, es siempre el ejemplo en si y fuera de si.

Despreciado y vilipendiado, pero siempre reclamado por los clérigos llorones que en nombre de un dios pacifista (o una dedocracia libertadora) le mandan allende los mares a impartir justicia.

Y lo hace. Y no le tiembla el pulso. Y disfruta, por que un lobo haciendo de cordero no es lobo, solo es lobo cuando se comporta como tal. Y con mirada horrorizada, aquellos mismos que lo enviaron luego piden sea sacrificado en aras de la tolerancia y la humanidad.

Dioses, que dos palabras mas dañinas. Tolerancia : Sufrir, llevar con paciencia. Humanidad: Sensibilidad, compasión de las desgracias de nuestros semejantes.

Pero cuando los tolerantes viven plácidamente en sus rebaños mientras otros son robados, expoliados, asesinados, violados, masacrados, reducidos al hambre, ¿Quien sale a defenderles? Ellos no. Plañideras estúpidas de continuos loor a las Ana Rosa Quintana o a los Jose Javier de turno, representantes de su mediocre mundo.

Solo el. El combatiente. El caballero. El luchador.

Por ello desde nuestro Club, hacemos un pequeño homenaje a todos esos luchadores, que tras el paso adelante en el tatami, saben a ciencia cierta que:

" Espero encontrarte buscando jaleo, la nariz sangrando y rodando por el suelo. Si llegas antes guarda algo de pelea para mi" (Dinamita Pa los Pollos)

He aquí una filosofía del luchador a verso de Alaska y Dinarama. Muy clara, explicita. Bravo!